El hotel está muy bien situado, en el centro histórico y cerca de lo más interesante.
Está en una tercera planta, y el ascensor es muy muy antiguo, aunque funciona correctamente.
La atención y amabilidad de los recepcionistas es muy buena.
Wifi gratuita y a buena velocidad. La habituación limpia aunque un poco antigua. Los baños bien, con secador de pelo incluido.
El parking es demasiado pequeño, y hay que maniobrar mucho, si llegas por la noche tendrás más dificultad porque no está casi iluminado.
El desayuno es muy normalito en variedad, pero bueno.
Para llegar al aeropuerto en coche se tarda una media hora, siempre que no tengan huelgas o manifestaciones... (pregunta en recepción antes)