El Alpi está muy bien descrito en las otras críticas. La ubicación es fenomenal, a una manzana del río Po y a una de la Piazza Castello. Está extremadamente limpio, las habitaciones (pequeñas) tienen artículos de aseo, toallas y sábanas de calidad. El desayuno es buenísimo, tiene muchas cosas y café recién hecho para cada persona; todo servido con una cubertería muy bonita y servilletas recién planchadas en cada sitio. Hay Internet gratis en las habitaciones, un personal servicial y buenos mapas y folletos con sugerencias para hacer turismo a pie por la ciudad. ¿Qué más se puede pedir?

Un hotelito impecable de limpio, amueblado cómodo y bien ubicado en el centro de la ciudad. El personal es amable y muy servicial. En la sala del desayuno sirven un amplio buffet de desayuno. No hay restaurante, pero sí un pequeño bar. Que no te desanime la entrada, el hotel está en la tercera y cuarta planta del edificio y se accede mediante un pequeño ascensor. Una relación calidad-precio extraordinaria.