El hotel está a más de 1 km de la plaza central, por tanto está bien situado.
El edificio tiene 6 plantas, un gran vestíbulo y aparcamiento, probablemente de pago.
El personal de recepción es amable y eficaz.
Hay dos ascensores, viejos, lentos, pequeños.
Los pasillos eran amplios y bien señalizados.
La habitación individual era amplia, como de unos 20m2, aunque buena parte era pasillo y tenía una terraza mirando al mar.
Tenía un distribución algo rara, pero era cómoda.
La cama era de unos 2x0.9m y su almohada eran cómoda.
La insonorización no era buena, tanto la interna como la externa. Por fortuna, el hotel era tranquilo y la habitación no daba a la calle.
La iluminación era buena y se podía dejar a oscuras.
El mobiliario estaba en buen estado.
La tv era algo pequeña, de unas 24", con más de 100 canales, la mayoría en italiano.
El aire se podía regular y apagar.
El baño tenía una colocación corecta aunque la ducha era incómoda, ya que era pequeña, con mamparas por 3 costados y la grifería vieja y floja. Las toallas eran buenas. La iluminación era buena.
El desayuno era bufé, con escasa variedad. No es lo que uno se espera de un 4*.
La wifi no era buena y se podían conectar varios dispositivos.
En resumen, el hotel necesita mejoras.