La situación de este hotel es inmejorable, está a cuatro pasos de la estación de tren y de la de autobuses, desde donde se puede llegar desde el aeropuerto. Tanto por delante en las arcadas, como en la calle de atrás, la via Sardegna, está repleto de restaurantes y trattorias, y en la calle lateral, la via dei Mille, se encuentra La Cantina, un lugar donde se puede comer rápido, bien y barato.
La recepción y todo el hotel está situado en una 3ª planta de un palacio, al llegar tocar el timbre, para que os entreguen la llave del ascensor para poder subir las maletas, llave que ya quedará en vuestro poder hasta el dia de partir.
Las habitaciones están decoradas de forma muy original y creativa, y no hay dos iguales. Nosotros estuvimos en la Nino Visconti, con balcón a la via Roma y vistas al puerto. Estuvimos muy a gusto.
Hay un mini jardín interior muy original.
El desayuno correcto, servido en un salón noble, y el Wi-fi llega muy bien a la habitación.
Todo el personal fué muy atento, cercano y agradable, lo que hizo que tuvieramos una estancia fantástica en un hotel muy original y diferente a todos en los que nos habiamos hospedado hasta la fecha.