Estuvimos dos parejas en dos ocasiones, al comienzo y al final de la semana santa.
Es un pequeño hotel en un antiguo edificio del centro de Cagliari, muy bien reformado, con muy buena atención por parte de todo el personal. Muy limpio y moderno pero manteniendo un estilo clásico dentro de la zona.
Muy buen y completo desayuno, con un café excelente (cómo no estando en Italia).
El restaurante es muy visitado pero no nos coincidió.
Las habitaciones son amplias y el baño tiene ducha de hidromasaje.
El único problema que le hemos encontrado a este hotel es el aparcamiento, ya que la calle es de acceso limitado para vehículos y el parking del que disponen es un aparcamiento público al aire libre en la parte baja de la calle, como a unos 300 metros. Hay que pagar 10 € por noche en el hotel y entregar una fianza de 20 € para que te den la tarjeta de entrada y salida al aparcamiento.
Aún así, la localización y la calidad del hotel merecen todo eso y más.