Hemos estado en agosto y la verdad es que el precio nos pareció muy caro para lo que ofrece este hotel. La villa tiene su encanto, aunque está al lado de una vía muy transitada. A unos pasos de la playa, y frente a la parada del autobús que lleva a Cagliari. El personal del hotel es muy amable.
Pero la habitación (al menos la del jardín que nos tocó) no tiene más ventilación que la puerta de entrada a la misma. En noches calurosas o duermes con aire acondicionado (muy ruidoso, por cierto) o tienes que dormir con la puerta de la habitación abierta. Habitación pequeña, limpia, aunque con desconchados en las paredes por humedades. El baño no está mal, salvo por la cortina de la ducha.
El desayuno, aunque de buena calidad, muy escaso. La sala de desayuno muy pequeña, y teniendo un jardín exterior una lástima no poder desayunar en el exterior y tener que hacerlo en un espacio reducido con cortinas para tapar el sol.
Por un precio inferior, le pondría mejor nota pero no por los 150 euros/noche que pagamos.Más
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