Es de las peores experiencias que he tenido en un hotel. Estábamos deseando irnos para poder dormir.
1. El wifi en habitación es inservible pero ideal para nostálgicos (va a la velocidad del internet de 1999). Además obligan a introducir un email. No es suficiente con tener la contraseña. Es para evitar que accedan a contenido X.
2. Mesilla de noche diminuta iluminada por lámpara de salón intensísima para ver hasta tu futuro.
3. La tarjeta de la habitación dejaba de funcionar constantemente para mantener la incertidumbre.
4. El secador solo funciona manteniendo pulsado el botón, como una pistola de agua.
5. Las paredes parecen un decorado de teatro. Se escucha absolutamente todo. Si en la habitación contigua se mueven y "bailan la Macarena" en la cama, tu pared, cabecero y cama también se mueve con ellos al ritmo de los del Río..
Sentía que en cualquier momento tendría una escena a lo Buster Keaton.
6. Si usas el microondas o algo de la zona self-service, enseguida están encima a ver qué haces. Entiendo que será para evitar robos supongo pero es incómodo. Me gustaría poder robar agua de grifo sin prejuicios.
7. La atención en recepción no es maleducada pero sí seca y distante como una galleta de avena. Como si no les gustara estar ahí (a excepción de una mujer que parecía sudamericana y fue la más amable, como una Chips-Ahoy).
No sé si es que reciben salarios muy bajos o qué ocurre pero hay una sensación general de desidia.
8. El extractor de aire del baño NO se puede apagar. Dijeron que se apagaba al rato. NO es verdad. Se queda permanentemente encendido haciendo ruido. Perfecto para sentir que duermes en un avión.
9. Al tercer día comenzamos a oír 2 sonidos más día y noche. Como un zumbido eléctrico. Desconozco si era de conductos de calefacción o del exterior. IMPOSIBLE dormir con ese zumbido constante si tienes insomnio. Aclaro que no me molestan ni los sonidos de los coches, pero sí sentir que estoy durmiendo detrás del motor de una nevera.
10. El personal de limpieza muy amable y educado pero a las 8:30 de la mañana estaban dando voces de una habitación a otra mientras limpiaban. Con los golpes al hacer la cama de la habitación contigua se movía nuestra cama también. Jamás había visto algo así.
Dos horas después empecé a oír martillazos en otra habitación. Se ve que iban a recolocar alguna pared del teatro.
11. Las puertas de las habitaciones pesan mucho y se cierran solas, por lo que al ir cargado es muy incómodo entrar o salir. Es como si fueras la pelota de un pinball. Y cada vez que los clientes salen de sus habitaciones se oyen constantes portazos, vibrando todas las paredes del teatro.
12. El "armario" es abierto e incómodo, como si lo hubiera diseñado Picasso.
13. Nos dieron una habitación cuyo extractor de aire hacía incluso más ruido de lo normal. Nos pasaron a otra que olía muy mal ( como a baño usado o cañería) y cuyo colchón estaba sin funda ni tapiz, totalmente al descubierto, y con un colchoncillo apoyado encima. Nos pasaron a una última que en lugar de escritorio tenía otra cama. Necesitábamos el escritorio para trabajar pero decidimos dejarlo así para dejar de jugar al Camarote de los Hermanos Marx moviendo maletas de un lado a otro para ver cuál era la siguiente caja sorpresa. Si lo llego a saber elijo dinero.
14. No es apto para negocios tal y como anuncian.
Trabajando en el lobby de entrada, mucho ruido e interrupciones. Carecen de suficientes enchufes (no como en la mesilla de noche multifuncional) por lo que un empleado interrumpió nuestra videollamada de trabajo para poder cederle un enchufe a otro cliente. Tal vez con "apto para negocios" se refieren a la zona infantil con mini-mesitas y cuadernos para colorear. Error nuestro entonces.
15. Hotel 100% NO fumador pero en la terraza pegada a la puerta de la entrada principal había gente fumando. No es grave pero sí contradictorio. Probemos hasta dónde se puede fumar, que el humo no es volátil y no pasará esta baldosa mía.
16. Por teléfono un hombre nos aseguró que nos reducía el coste de nuestros 2 perros a 15€ en lugar de 20€. Al llegar no nos creyeron. Las 2 recepcionistas nos aseguran que en el ordenador consta que quien nos atendió por teléfono era el director del hotel y que "no haría algo así". Vamos, que me llamaron mentirosa por falta de comunicación entre ellos. Por lo menos tuve el gran honor de hablar con un director. Eso que me llevo.
17. El último día comienza a entrar un fuerte olor a Marihuana. Comprensible; era la única forma de sobrellevar esa estancia.
Salimos al pasillo y también olía. Avisamos a un recepcionista, que fue directo a una habitación para comprobar si eran ellos. Lo negaron y ya está. Esto no es culpa del hotel por supuesto. Pero fue el remate final. Claramente estos fumadores no entendieron que en este hotel "100% NO fumador" solo se puede fumar en la puerta de entrada.
18. El check out fue: entregar las tarjetas de habitación, gracias y adiós. Cero interés por nuestra estancia y experiencia. Nada de la convencional frase de cortesía: "espero que hayan disfrutado de su estancia", "vuelvan pronto", etc).
Me temo que se imaginan lo que les van a responder los clientes y ya ni preguntan.
Me hubiese gustado contarles todas nuestras aventuras y agradecerles semejante experiencia inolvidable.
19. A nivel informativo: no hay nevera de minibar en habitación. Pero puedes enfriar tus bebidas con la frialdad de la atención del hotel.
20. Las luces son o todo o nada. No hay ni una sola luz suave. Si vas al baño a medianoche es mejor usar la linterna del móvil.
La iluminación es tan acogedora como la del pasillo de un hospital. Puede usted ponerse moreno sin salir de la habitación.
21. Bajé con una bosa llena de envases para tirar a la basura, le pregunté a la recepcionista dónde podía tirarlo y me señala una papelera de la entrada donde claramente no cabía la bolsa, aparte de estar ya llena. Intenté introducir los envases pero nada.
Sé que era una prueba más de este hotel concurso, y no la superé.
La siguiente vez nos despertamos pronto para poder dárselo a una señora de la limpieza muy amable (nuestro horario no coincidía con el de limpieza de habitaciones, al no poder dormir bien).
22. Aunque el aparcamiento es gratuito, a veces no hay sitio para todos los clientes. El fin de semana se convierte en el juego de las sillas. Y además la puerta principal es decorativa. Está siempre abierta sin necesidad de identificación, como en el viejo Oeste.
23. Nuestras vistas desde la ventana eran a un almacén de metal a pocos metros. Adjunto foto para admirar su belleza.
24. La calefacción no calentaba. Apenas salía un aire templado durante horas. Por suerte mi rabia me mantuvo caliente.
25. Sobre una de las mesillas de noche pusieron un alargador suelto.
26. Frente a la otra mesilla pusieron una silla para que hiciera a la vez de escritorio, a lo navaja suiza. Con esta mesilla te sentirás en plena naturaleza, como cuando vas de camping. Me decepcionó que la silla no fuera plegable a juego con la estética Glamping.
27. En general el hotel tiene un aspecto moderno pero parece haberse decorado y reformado con poco presupuesto. El parqué estaba puesto de forma improvisada con huecos. La pintura a brochazos fuera de zona. Gran parte parece haberse hecho con prisas. A lo mejor los obreros también querían irse corriendo de allí.
.........................................
Pros:
1. ponen bastante jabón y además parece que es vegano.
2. Personalmente nos pareció que la cama y almohadas eran cómodas (ideales en caso de que dejasen de hacer ruido).
3. El ascensor es rápido, para poder escaparse de allí.
4. Tienen tetera y microondas disponible en la entrada (pero vigilado).
5. Hay gasolineras y supermercados al lado.
6. Hay zonas de césped fuera por lo que es útil cuando se va con perro y quiera usted ver algo verde.
7. Al llegar nos regalaron varias cosas para los perros: 2 pelotas, bolsas para las necesidades y chucherías (a decir verdad, hubiera preferido que cumplieran con su palabra de cobrarnos lo acordado por los perros: 75€ por 5 noches, y no 100€).
Y hasta aquí nuestra aventura irrepetible.
La decepción ha sido tan grande como este tostón de texto.
Habíamos tenido una buena experiencia con la marca Ibis hotel en Girona y por eso vinimos a este. Gran error. Nada que ver. Ni con toda la luz que ponen.