Fuimos dos días a esquiar en familia. Una habitación cuádruple con sofá cama (un poco incomodo) y una cama de mas de 2m. La amabilidad en todo el hotel inmejorable, desde la recepción hasta el comedor (Gracias Nerea). El hotel estaba muy limpio, el desayuno muy bueno (había de todo, por decir algo: faltaban huevos fritos) y la cena espectacular.
El único pero es que está un poco alejado del centro.
Muy muy recomendable.
- Wi-Fi gratis
- Restaurante