No me canso de ir a estas cabañas... todo el lugar es un complejo ecológico y la filosofía de Gloria, sus hijas y el personal es de respeto a la naturaleza, de paz y de buena vibra... las cabañas son acogedoras, originales y en armonía con el medio ambiente y la comunidad. Me encantan los perritos rescatados por Gloria y su familia... son encantadores y el reflejo de la buena vibra y la paz que uno encuentra. El desayuno y la cena que ofrecen, son sencillos pero variados y llenadores, con productos locales y de temporada... por todo eso cada visita es ÚNICA... Es un lugar para dejar atrás el estrés, liberarse y ser uno mismo... Ah y cerca hay lugares espectaculares como Tuliman, Piedras Encimadas, Zacatlán, rutas del pulque, etc., pero las cabañas el Refugio, por sí solas valen la pena el viaje.