Este hotel tuvo tiempos mejores, se ve que en su momento fue un gran hotel al que está faltando mantenimiento y mejoras en su infraestructura. La calidad de los alimentos no estaba a la altura de la categoría de hotel que dice ser, ni de los precios que cobraban. De hecho, después de probar un almuerzo, un desayuno y una cena, salimos a comer fuera casi todos los días, y comimos muchísimo mejor que en el hotel y con precios más contenidos. El servicio es excelente, todos los empleados sin excepción se esfuerzan en hacer que la estancia sea inolvidable. Con respecto a la habitación, nos hospedamos en la suite 9, y les puedo asegurar que el aire acondicionado es muy ruidoso y que el jacuzzi ya se nota muy antiguo. La caña no es cómoda, así como la selección de almohadas deja bastante que desear. Algunos muebles se ve que están reparados y a eso me refería con falta de mantenimiento. No está mal, pero no es un hotel de lujo.