Cuarta ocasión en este excelente hotel y como siempre de PRIMERA todo. 10 días de maravilla. Las habitaciones de muy buen tamaño con todas la comodidades que necesitas: agua, aire acondicionado, baño, regadera, televisión. Las instalaciones de primera: restaurante, albercas ---nosotros no las usamos: ¿ir a una playa maravillosa como la que tiene este hotel y estar en la alberca? un desperdicio--. Una alberca infinito el el cuatro piso de un edificio simplemente de película. La playa como dije sin comparación, sin sargazo, como alberca, agua trasparente...un encanto. La comida del restaurante otro nivel. Todo lo que comas ahí es delicioso desde un guacamole hasta unos ravioles de langosta. Los meseros y su capitán Daniel son excelentes, no se les va un detalle, están para darte el mejor servicio y cumplir todos tus deseos. El broche de oro es Clemente, uno de los dueños y excelente anfitrión, que se acerca a ti para platicar y saber cómo la estas pasando y para ofrecerte diversas cortesías. Cada dólar que pagas vale la pena.. Solo una sugerencia: no niños de menos de 5 años. Esta ocasión no fue muy favorable nuestra experiencia con una familia que llevaba niños tan pequeños. Desde mi punto de vista esto le quita elegancia y exclusividad a este gran hotel.

Llegamos al hotel por pura coincidencia, nos habían hablado de que era muy bonito y decidimos tener un day pass.

Al llegar, nos sorprendió lo bello que es el hotel y la calidez de todo el personal. Ali fue la recepcionista que nos atendió y me saco el sombrero de su gran hospitalidad.

Nosotros fuimos a pasar el día pero por curiosidad preguntamos si tenían habitaciones disponibles a lo cual nos comento que si. En ese mismo instante (sin maletas ni cosas) decidimos hospedarnos 1 noche con ellos y fue sin duda, la mejor decisión.

Desde el primer momento nos dieron un upgrade a una mejor habitación, nos recibieron con una botella de vino y muchas sonrisas. Todo el persona fue muy atento con nosotros en todo momento.

La comida es simplemente EXQUISITA. Nosotros somos peruanos y la verdad es que somos muy exigentes con la comida, pero el restaurante sin duda nos sorprendió. Me atrevería incluso a decir que de los mejores restaurantes en toda Riviera maya.

Otra de las cosas que también me gusto un montón es que Clemente, uno de los dueños estuvo presente. Se acercó a conocernos y a preguntarnos acerca de nosotros y nuestra estadía. Realmente nos dio una muy buena atención al igual que todo su staff.

Sin duda volveré a hospedarme en Jashita y les sugiero que hagan lo mismo. Tienen una de las mejores playas en la Riviera y es una zona muy tranquila, perfecta para desconectarte de todo y disfrutar del sol, la arena y el mar.

Gracias por tanto 🤍

Sinceramente un paraíso de tranquilidad en un lugar hermoso, y con una atención excelente!
Las habitaciones tienen un diseño increíble, todos sus espacios son muy cómodos y reservados.
El desayuno es muy bueno y el restaurante excelente!