A pesar de ser la capital del país, esta plaza me pareció sin mucha relevancia turística. Si estás cerca de la zona, bien vale la pena echar un vistazo. De lo contrario, si te hospedas en zonas más alejadas como la 10, venir hasta el centro de la ciudad puede resultar una pérdida de tiempo.
La plaza es grande, rodeada por algunos edificios como la Catedral y el Palacio Nacional de la Cultura (en reparación su fachada, abril 2019). La vista de este espacio sólo destaca por la enorme bandera guatemalteca ondeando en la plaza, la cual combina con las cúpulas azules de la catedral. Hay una gran fuente también, así como pequeños jardines bajo cuya sombra muchas personas se sientan.
Un problema es la sensación de seguridad que se percibe en el aire. A diferencia de otros lugares del país, aquí se siente que debes tener cuidado de tus pertenencias y tu persona para evitar problemas. Se desaconseja ir sin compañía, aunque yo fui solo y no tuve ningún problema, claro, estaba pendiente de cualquier posible situación de peligro.
Cerca de la plaza, detrás de la catedral, hay un mercado donde puedes comprar artesanías o alimentos.