El hotel , íntimo y familiar, es espectacular lo mires por donde lo mires. Cuidado hasta el más mínimo detalle. Precioso, te hace meterte en ambiente. El desayuno muy variado y rico en la terraza/ azotea es digno de destacar , al igual que el trato de todo el personal, quienes estuvieron pendientes y atentos de nosotros en todo momento. Volveremos sin duda alguna !

Antes de hacer mi reserva consulte las opiniones sobre este riad y vi como casi todas son muy buenas pero al llegar alli mis espectativas se superaron. Desde que entras tienes la sensacion de que estas en casa, recibes un trato muy cercano por parte de todos.
Y que decir del riad! La decoracion es perfecta y nuestra habitacion (la de la terreza) es preciosa y con unas vistas maravillosas, aunque el baño mas pequeño de lo que parece en fotos.
Los desayunos enormes para dos personas, imposible comerselo todo. Habia fruta, bizcocho,yogur casero, zumo, torrijas... en fin todo lo que te puedas imaginar y por si fuera poco te preguntan si quieres algo mas. El empezar el dia desayunando en la terraza con esas vistas no tiene precio. Tambien decir que eran super puntuales con la hora a la que nos decian que nos traerian el desayuno.
Disfrutamos de un riquisimo cous cous, que la maravillosa Nadia nos preparo para cenar.
Gracias a Nadia y a los demas por hacer que nuestro fin de semana fuera perfecto, gracias a su hospitalidad, cariño y amabilidad. Si algun dia repetimos nuestra visita a Tanger nos alojaremos aqui seguro.

Descanse allí una noche, me pareció un lugar para quedarse unos días a relajarse. La recepción, la habitación, el restaurante... sumado a la amabilidad de los chicos que atienden, hacen de este lugar UN VERDADERO ENCANTO! GRACIAS.