Empezando por el exquisito trato y fisonobilifad de Mohamed y el resto de empleado y del propio jefe, una delicia en el corazón de la Medina cerca del pequeño zoco, muy recomendable. Un ambiente íntimo y muy tranquilo, la terraza maravillosa, los desayunos un disfrute con vistas estupendas.
- Wi-Fi gratis
- Estacionamiento gratis