Es un hotel estupendo. La habitación y el baño perfectos. Estuve en una habitación con balcón y vistas a la piscina y al mar, y era precioso.
Además me dieron acceso al wifi también en mi habitación y gratis.
El personal muy atento y amable. Mientras hacia cola para el check-in, me invitaron a un café árabe con dátil.
El desayuno bufet bastante completo.
Las piscinas muy bien cuidadas, aunque en muchas zonas de tumbonas, las que daban al césped, tenian puesta una cinta balizadora para que la gente no pasara y era incómodo. Supongo que esas cintas solo las tienen en verano.
Como cosas negativas solo decir que la zona de la playa se veia un poco descuidada. La arena estaba como amontonada en la orilla, como si la acabara de dejar ahi un tractor, y el agua no es que estuviera muy limpia. Y en la orilla de enfrente están en obras, así que es muy ruidoso y poco paradisiaco.
También añadir como negativo los precios del bar y del restaurante, que están muy caros.