La perfección en un solo lugar. Desde que arribamos la amabilidad de Sebastián(quien nos hizo sentir cómodos toda la estadia, nos evacuó todas las consultas , 100% cálido y atento). La habitación amplia, luminosa,con una habitación conectada para nuestras niñas, realmente te sentis en un palacio , todos los detalles, chocolates y alfajores de cortesia, la pileta muy bien ambientada, nos dieron batas y de regalo las pantuflas. Las palabras no bastan para describir la experiencia inolvidable que es alojarse allí. Superó ampliamente nuestras expectativas, sin dudas volveremos.