Hotel lindo en un barrio simpático y central en la ciudad vieja de Montevideo, cerca del Mercado del Puerto y de la Plaza de la Independencia. La suite Don Carlos tiene vista panorámica y una terraza grande.

Es un hermoso con detalles muy destacados. La atención es súper amable. La habitación es cómoda, muy limpia y con mucho estilo al representar a personajes. Realmente vale la pena quedarse. El desayuno es bien completo, con opciones frescas y muy rico.

La elección del hotel en nuestra primera visita a Montevideo no fue fácil, algo pequeño, ubicado en el Barrio antiguo e histórico que nos haga sentir en el Montevideo de 1900’s. Este hotel lo tiene todo y más.
Desde antes de llegar nos dieron la bienvenida por correo y ofrecieron servicio de recogida en el aeropuerto, y cada vez que les escribía por algo respondían al momento. Al llegar la amabilidad y empatía de la persona de recepción fueron impecables, luego entendimos que con cada una de las otras personas que trabajaban en el hotel era exactamente igual.
El lugar de entrada te recuerda principios de 1900, todos los detalles impecables, la habitación, el baño, la cama, las sabanas, almohadas y así cada detalle. Nos costó regular la temperatura de la habitación pero no quisimos pedir ayuda con eso.
El desayuno preciso pero completo en calidad y atención.
Especial recomendación a la biblioteca del segundo piso en la que pasamos un momento entretenido conversando y tomando algo del honesty bar.
Maravilloso para parejas.