La elección del hotel en nuestra primera visita a Montevideo no fue fácil, algo pequeño, ubicado en el Barrio antiguo e histórico que nos haga sentir en el Montevideo de 1900’s. Este hotel lo tiene todo y más.
Desde antes de llegar nos dieron la bienvenida por correo y ofrecieron servicio de recogida en el aeropuerto, y cada vez que les escribía por algo respondían al momento. Al llegar la amabilidad y empatía de la persona de recepción fueron impecables, luego entendimos que con cada una de las otras personas que trabajaban en el hotel era exactamente igual.
El lugar de entrada te recuerda principios de 1900, todos los detalles impecables, la habitación, el baño, la cama, las sabanas, almohadas y así cada detalle. Nos costó regular la temperatura de la habitación pero no quisimos pedir ayuda con eso.
El desayuno preciso pero completo en calidad y atención.
Especial recomendación a la biblioteca del segundo piso en la que pasamos un momento entretenido conversando y tomando algo del honesty bar.
Maravilloso para parejas.