Pero luego, llegábamos periódicamente, al ir a la capital ya íbamos con la idea de comer allí. La verdad, pudimos ir viendo su deterioro en calidad, fue lenta y paulatina. Siempre pedíamos nuestro plato "preferido", el Puyaso, pero ya la última vez fue completamente diferente, el colmo. La carne seca, sin sabor, el gallo pinto insípido, y las porciones menos y los precios un poco más. La verdad, no regresamos,Ahora, cuando paso por allí decimos..mirá, el lugar donde veníamos a comer..era bueno.
¿Es el propietario o administrador de este establecimiento? Solicite su perfil gratis para responder las opiniones, actualizar su perfil y mucho más.