Aunque el estado de conservación y limpieza, dejen mucho que desear, ésta es una visita imprescindible si estás en Diu. La fortaleza es impresionante tanto por sus dimensiones como por su sistema de fosos perimetrales que el mar se encargaba de llenar. La colección de cañones de defensa es muy interesante e incluye originales portugueses y alguno español.
Los diversos bastiones tienen nombres de santos y sorprende encontrarse uno con el nombre de Santiago que, a pesar de su deterioro, permite aún admirar sus estructura y bellezas originales.
Desde todos los puntos del fort que miran hacia el mar, la vista es espectacular. Se puede subir por una rampa hasta el faro y admirar desde allí una vista general de la ciudad, incluídas sus bellísimas iglesias portuguesas vestidas de blanco.
Dentro del fort, se puede caminar largo rato y recorrer practicamente todos sus rincones.
El ingreso es gratuito y se puede llegar andando tranquilamente desde la zona del puerto (diez minutos a pie).
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