El hotel Jen es un lugar agradable y confortable. La ubicación no es del todo céntrica, pero Georgetown es una ciudad relativamente pequeña. Se encuentra rodeado de centros comerciales y otros hoteles del mismo estilo.
La oferta de desayuno era muy amplia y, en general todo estaba muy bueno. Debido a que asistía a un congreso en el propio hotel, también comí allí varios días, y de nuevo no se podía poner pegas a la variedad y la calidad. El bar que hay en el hall del hotel está muy bien, aunque las bebidas alcohólicas son extremadamente caras (más aun de lo que ya son de por sí en el país). Hay otro bar en la primera planta, pero a él sólo pueden acceder los huéspedes "club".
La atención fue impecable en todo momento. El hotel facilita la retirada de dinero en efectivo (sin comisión, como si fuera una compra) y si surge un problema se soluciona rápidamente (en mi caso falló la puerta de la habitación y me atendieron rápido y bien). Todos los días se repone agua embotellada en la habitación y la limpieza era casi perfecta, salvo por unas botellas vacías detrás de la cortina de las cuales al parecer fui el único en darme cuenta de su presencia.
La única pega es que, para su precio, las habitaciones cuentan con un mobiliario algo viejo y su decoración no tiene mucho encanto, aunque sí que están muy bien equipadas.