La ubicación del hotel es perfecta: cerca de la plaza roja, cerca de dos avenidas comerciales, está sobre una avenida con bares y restaurantes, el metro a poca distancia... mejor imposible.
El hotel es muy bonito. La habitación era muy cómoda con todo el equipamiento necesario (incluida heladerita). El personal de recepción habla inglés muy bien (cualidad muy apreciada en Rusia donde no es muy común). Un párrafo aparte para Alexander que me dio una gran ayuda para comprar unas entradas y tenia toda la onda y predisposición.
La relación calidad precio me parece espectacular