Hubo 2 recepcionistas (una de nombre Diana) que nos atendió de muy mala manera, lo mismo que una rubia. Fueron groseras y no comprensivas. Siempre se mostró arrogante. Le pedí apoyo pues tengo una cuenta duplicada de una reserva, por error de su pagina web al momento de reservar,pero al explicarle me dijo (de mala manera) que ella no tenia idea.
Después de pagar un dineral por una habitación miniatura te cobraban hasta el café que tienen en la recepción. Nada de hospitalidad. No me sentí como en casa, lástima porque el lugar es limpio y con decoración moderna.
La ubicación es lejana al centro.
Me pareció abusivo los precios del cuarto