El hotel está muy bien situado. Un par de estaciones de metro relativamente cerca que permiten moverte por la ciudad. Y en un paseo te plantas en el teatro Bolshoi y en la plaza Roja. Limpio, con aire acondicionado y nevera.
Tiene 2 cosas negativas, pero pueden solycionarse:
-Las cortinas de la habitación no son opacas y la luz del Sol te despierta bien temprano.
-La zona de mesas para el desayuno es pequeña para el número de habitaciones que tiene el hotel. Siempre están ocupadas(hay pocas mesas) bajes a la hora que bajes. (hemos intentado bajar a desayunar en diferentes horarios y es frustrante no encontrar mesas libres).Y ya llevamos 4 noches aquí.