El hostal es muy bonito, varias cabañas, la atención no es muy buena, falta un poco mejor de información, la cabaña tenía mal el agua caliente y no fue arreglado. El precio un poco alto por lo ofrecido. La ubicación es muy buena, especial para los que queremos dormir en un lugar tranquilo y alejado del ruido de la ciudad. Si mejorar la atención y capacitación del personal el sitio mejoraría mucho.

Me sorprendí o mucho que tuvieran dos perros en muy mal estado, se ve que los alimentan muy poco y no los cuidan nada, se esperaría que en un hotel de este tipo se prestara mas atención al cuidado de los animales.

En este sitio se puede vivir de manera íntima una conexión con la Cordillera. Las pequeñas casitas esparcidas en el prado hacen que un paseo matinal sea relajante. El servicio es muy bueno, te tratan como un amigo. Cerca de la laguna Mojanda, perfecto para visitarla en la mañana. No es lujosa, más bien, su sencillez es otra de sus virtudes.