Han logrado combinar a la perfección la antigüedad del edificio con una extraordinaria decoración que le da un muy cuidado toque de modernismo. Muy limpio en todos sus sectores y muy confortable la habitación, muy cómodo el colchón como para un excelente descanso. Una cafetería extraordinariamente agradable, de noche hay mesas afuera en la vereda, ponen música y se puede disfrutar allí por la noche sin el bullicio de la rambla. La ubicación es excelente, a un pasito de la zona comercial y gastronómica de la rambla. Tiene una piscina climatizada con techo corredizo, que se puede disfrutar hasta 22:30. No tuvimos ni una sola queja, lo cual es sumamente importante para disfrutar de la estadía. Se nota la preocupación por el mantenimiento y por su adecuación a estos tiempos.