El Hotel Radisson Recife ha superado todas mis expectativas desde el momento de mi llegada. A la bienvenida, nos obsequiaron con una Caipirinha excepcionalmente preparada, destacando no solo la calidad de la bebida, sino también la maestría con la que fue hecha. Es importante mencionar a Ibson, quien se encargó de preparar esta delicia con una dedicación y habilidad inigualables. El ambiente del hotel es de primera clase, con un servicio que refleja genuina hospitalidad brasileña. Sin duda, la combinación de una ubicación inmejorable, cómodas instalaciones y detalles especiales como la Caipirinha de bienvenida, hacen de este hotel un lugar que recomendaría sin dudar. ¡Gracias Radisson Recife por esta experiencia memorable!