Llegamos en horas de la noche con hospedaje reservado, el hotel era lo que esperaba, habitaciones limpias, lugar acogedor, los equipos de aire en perfecto estado, para estar tan céntrico, no se escuchan ruidos. El problema fue en la mañana, nos levantamos a desayunar, pedimos el menú, escogimos un desayuno típico, un omelette, un plato de frutas, dos café y dos jugos, la comida estaba bien, el precio sumamente excedido, el vaso de jugo de naranja $ 3 más impuestos, siendo este un vaso excedido de hielo, el plato de frutas pequeño $ 7 más impuestos, en total, un desayuno de $ 20 considerándolo caro, nos costó $ 42, realmente es un lugar sólo para dormir, el precio de la habitación $ 69 netos, un valor de acuerdo a la estancia, no creo volver a comer en este lugar.