Durante nuestra estancia en el hotel, experimentamos un nivel de servicio muy deficiente. Los meseros y baristas mostraban una actitud amargada y poco profesional. Las bebidas no eran buenas y, en muchas ocasiones, el personal no estaba en su puesto de trabajo.
La oferta de comida y snacks era extremadamente limitada. Aunque se prometió ceviche, este nunca estuvo disponible. Además, en el check-in nos informaron que la pizzería no estaba disponible pero en el último día nos dijeron que sí lo estaba, generando confusión y decepción.
El check-out fue igualmente decepcionante . Aunque la hora de salida era a las 12 pm, las mucamas empezaron a llevar nuevas sábanas mucho antes, dándonos la impresión de que se nos estaba apresurando a irnos, a pesar de que aún teníamos tiempo restante.
Por último, se nos prometió que el almuerzo del último día estaba incluido. Sin embargo, este se ofreció en un espacio muy reducido, separado del restaurante principal, y exclusivamente para quienes estaban saliendo. Esto creó una sensación clara de que nuestra atención ya no era prioridad para el hotel. En resumen, la experiencia fue decepcionante y el nivel de servicio dejó mucho que desear.