Estuvimos en el hotel Doce Lunas el último fin de semana de Diciembre 2015. El lugar super tranquilo, rodeado de zonas verdes, en un ambiente muy relajante y contrastante con el tumultuoso turismo de Jacó, a menos de 5' del centro, por lo que la playa y los centros de comercio eran muy accesibles.
El personal muy amable y atento, las habitaciones muy limpias y espaciosas, la piscina suficientemente amplia, habían pocas personas por lo que no había aglomeración en las áreas comunes.
En cuanto al desayuno no es buffet, y no sirven mucha cantidad, sin embargo era de muy buen sabor.