El hotel es muy acogedor, tiene una vista excelente al mar, cosa que muy pocos hoteles tienen. La piscina esta frente al mar lo que da un plus al ambiente. Los trabajadores son muy amables, siempre observaras en ellos una sonrisa, lo cual es muy característico en los pobladores de Manuel Antonio.
Me quede fascinado con la familiaridad que existe aqui, en un par de minutos ya tienes amigos nuevos, de esos que duran para toda la vida.
Estoy muy agradecido con todos los trabajadores porque fueron complices de una sorpresa de cumpleaños para alguien especial, estabamos tan contentos que hasta me atrevi a preparar bebidas propias de mi pais en su barra, incluso la dueña se dio la molestia de ir a comprar el pastel y todos la pasamos muy bien.
Si eres amante de la naturaleza, aquí podrás disfrutar del paisaje y si tienes un poco mas de suerte podrás ver a los monos trepando los arboles frente a ti. Aquí aprendí que los días son muy distintos y la madre naturaleza puede dar algunos regalos para la vista. Nunca imagine ver el cielo convertido en fuego al atardecer.
Siempre es recomendable usar tu repelente para evitar la picadura de los mosquitos, sobretodo si estos te quieren mucho.
Su ubicacion es muy estrategica, esta ubicado muy cerca a una zona de restaurantes, banco y supermercado. Asi mismo si no traes movilidad propia, puedes llegar caminando facilmente al Parque Nacional de Manuel Antonio o a las playas.