Llegamos y la chica de la entrada nos dio una mesa, pero cuando llegamos a la mesa otra moza nos indicó que estaba reservada. Le volvimos a decir a la chica de la entrada y nos dijo que no, que nos sentemos ahí. Cuando traen la comida noa dicen que cuando terminemos de comer, nos tenían que pasar a otra mesa porque esa estaba efectivamente reservada. Le dijimos que si, pero mientras comiamos vino la chica de la entrada a decirnos 3 veces que comamos rápido así nos pasaban. No pudimos comer tranquilas.
A pesar de ese episodio decidimos volver otro día porque la comida y la cerveza son muy ricas, y nuevamente recibimos malos tratos por parte de la chica de la entrada y el personal de limpieza.
Muy rica comida, mala atención