Las habitaciones son cómodas y limpias, tienen chimenea y son silenciosas, el baño esta bien aunque un poco estrecho. El desayuno estuvo bueno en sabor y calidad. Las instalaciones de la piscina, turco y sauna estaban un poco descuidadas y les faltaba una limpieza a fondo. Hay una cancha de fútbol en bastante buen estado y un par de juegos infantiles. La atención fue buena y atenta y el precio bastante cómodo. La ubicación, si tienes automóvil, es una ventaja para un fin de semana pues esta a medio camino entre Ibarra y Atuntaqui lo que permite ir fácilmente a estos sitios sin tener que lidiar con el ruido y el comercio de dichos lugares.