En la ciudad de Ibarra encontramos un hotel de antaño, el Ajaví, el cual mantiene una historia local y en mi caso, personal y familiar.
Hace muchos años mi papá tuvo que residir por trabajo en Ibarra y se alojaba en este hotel. Siempre, sus anécdotas eran acompañadas por las experiencias gastronómicas que vivió.
Por tal motivo, decidí visitar este hotel y probar sus platos.
La infraestructura del hotel es un poco antigua pero muy bien cuidada, limpia y remodelada por partes.
El restaurante que se encuentra a la entrada del hotel, en el primer piso, mantiene una decoración formal y elegante.
Recordando los platos de antaño, probé el Caldillo de Huevos y los Camarones al Ajillo. Ambos platos fenomenales, con agradable sazón y sabor.