Una auténtica sorpresa de ubicación y accesos. Trato exquisito. Ya quise hacer una reseña durante nuestra estancia en Quito, pero por algún motivo no lo publiqué. Ahora desde Galicia y recordando nuestro paso por ahí, insisto. Quizás la única consideración que les podría hacer es que cuando los clientes sean "maduritos" y/o con problemas de espalda, facilitarles algún tipo de cojín, ya que las sillas de Guayacám se hacen duras para la sobremesa.
¿Es el propietario o administrador de este establecimiento? Solicite su perfil gratis para responder las opiniones, actualizar su perfil y mucho más.