Llegamos el 30 de enero, viajamos en familia (10 personas), desde el primer momento fue decepción total. Dos personas del lobby fueron cero amables (una chica rubia y Elmer “the babe”), nunca sentimos la calidez del recibimiento.
Primero nos dijeron que teníamos que liquidar más de 10 mil pesos porque mi habitación no estaba pagada, cosa que es mentira porque liquidamos con nuestra agencia semanas antes del viaje, tuvimos que hablar con la agencia para resolver. Luego nos estaban exigiendo una tarjeta de crédito o 4 mil pesos en efectivo (cabe aclarar que no nos explicaban que era por si deseábamos consumir algo que no estuviera incluido en el paquete), al negarnos se pusieron en plan super groseros y al final de mala gana nos dijeron que era para tener el crédito abierto para consumir cosas en el hotel. Obviamente por todo esto nos tardamos fácil 40 minutos para hacer el check in. Le pedí a la chica que me explicara la distribución del hotel y los restaurantes y no tenía ni idea.
Las pulseras que dan están HORRIBLES, es un pedazo de plástico amarrado con cordón cola de rata que obviamente se desamarra en menos de 10 minutos (a dos de mis acompañantes se les cayó la pulsera). Hasta en el hotel mas económico dan una pulsera mejor.
La habitación es lo mas rescatable del hotel, sin embargo, también tiene sus detalles; no tenia ni batas ni pantuflas. Ponen cafetera y no te dejan el café (lo pedimos y nos llevaron café de filtro y la cafetera era de capsulas) no hay ni vasos ni tazas, pedimos como 3 veces y NUNCA llegaron así que obvio nunca pudimos tomar el café.
Teníamos microondas en el cuarto y no funcionaba. El agua de la tina sale amarilla, el inodoro suena muy fuerte al descargarlo (literal te asusta el ruido).
La primera noche no pudimos cenar en ningún restaurante, ya que solo estaban abiertos 2, resulta que sobrepasaron la capacidad de huéspedes y por covid los restaurantes solo podían tener 30% de capacidad, nos registramos y había más de 12 familias antes (jamás que nos tocara mesa); la solución que nos dieron fue pedir servicio al cuarto.
Celebrábamos un cumpleaños (83 años) y por más que se les pidió un detalle con la cumpleañera no obtuvimos nada (mi agencia lo especificó en la reserva), vimos que a un grupo de chicas extranjeras le llevaron pastel, le decoraron con globos y le cantaron en la zona de albercas.
No hay snack bar por las albercas, las puertas de los baños se atoran (una de mis acompañantes se quedó ahí mas de 20 minutos encerrada), el agua de la alberca es insoportablemente helada.
Le falta iluminación en las zonas comunes y mas accesos ya que tienen áreas verdes y para cruzar tienes que dar toda la vuelta y si viajas con personas de la tercera edad (como nuestro caso) es muy cansado, no hay carritos que te puedan llevar de un lugar a otro.
El segundo día que cenamos en el restaurante “Gustó”, nos trajeron el menú que era una pizarra que ni siquiera se veía y obviamente todo estaba en italiano, al pedirle al mesero que nos explicara como eran los platillos no tenía ni idea. Pedí una pizza y especifiqué que no tuviera nada de pescado/marisco y me la trajeron con anchoas. Pedí un tinto de verano y el mesero no sabia que era, le tuve que explicar como prepararlo. Se supone que por covid nos sentaban en mesas separadas, pero vimos un grupo de mas de 11 personas cenando todos en la misma mesa, mientras que a mi familia la separaron.
El día del check out nos atendió el mismo joven del primer día, lo mismo, cero actitud de atención y mal encarado. No se por qué ponen a gente así en el lobby, es el primer contacto que tienen los huéspedes con su hotel y decepciona que te reciban así.
Por cierto, eso de “todo incluido” es una mentira, todo te quieren cobrar en este lugar. La verdad no lo recomiendo para nada.
Mucho de su personal fue grosero, aunque si hay excepciones, como las chicas de animación Celsa e Isabela, Aaron de Socal y Maura (que para mi gusto fue la mejor de todos, super atenta y amable y ella si conocía el hotel).

Llegamos al hotel el 30 de enero, buena recepción, pero cuando pasamos al check-in empezó la tragedia, ELMER fue el que nos atendió y hacía caras todo el tiempo, nos indicó que no estaba pagada nuestra reservación y que teníamos que pagar en ese momento además de dejar una tarjeta de crédito, todo el tiempo con muy mala actitud, tuvimos que hablar a nuestra agencia para que solucionara todo, jamás que nos volteara a ver y ofreciera una disculpa o diera una explicación, al final la agencia lo resolvió pero mientras nos exigía una tarjeta de crédito o 4mil en efectivo para cargos extras, así sin explicar lo exigía, al final nos cerró la cuenta porque no queríamos ningún extra (como spa), la verdad muy grosero para llevar 2 días laborando, luego solo había un restaurante para desayunar, entonces tenía que ir uno temprano porque solo puede entrar el 30% pro covid, los meseros que nos tocaron y las chicas que te reciben muy amables, para la cena solo habían 2 restaurantes los cuales estaban llenos (ósea el 30% de la capacidad) y el que quedaba no dejaban pasar niños, y la explicación que nos dieron es que no contemplaban tanta gente por eso no abrieron más restaurantes, digo si desde que se registran ya saben cuánta gente hay en el hotel, pero bueno, cada quien tuvo que cenar en su habitación, íbamos por cumpleaños y jamás una atención ni un detalle a comparación de otros hoteles, que llegamos a ir antes de pandemia, el personal en general les preguntabas y no conocían el hotel, no sabían dónde estaban los restaurante ni horarios, o si eran de costo, en fin... para dos días que llevaba el hotel muy mal organizados, no está capacitado el personal, luego mi familia se quedó en un elevador y tardaron en ir a sacarlos (se supone todo está nuevo, pero se entiende que pueden tener fallas), el agua de las piscinas estaba súper fría, los niños no soportaban y tenían que salirse, los de animación muy amables y los meseros de las piscinas igual, pero aún así mucha carencia en el sentido de que todavía no abren todo, y el personal (principalmente los del lobby) están muy perdidos, no conocen el hotel, no saben ni decirte en qué edificio se encuentra tu habitación, y si van, deseo que no les atienda ELMER, demasiado grosero... ojalá le llamen la atención o pidan que cambie su trato hacia los clientes