Extraordinario en todos los sentidos. En la cena en que entregué el anillo de compromiso a mi pareja encontré el entorno más romántico, no sólo porque la terraza se ubica en un precioso y relajado patio andaluz con una fuente en el centro, sino que el personal rodeó de detalles el momento aunque sólo su simpatía, cercanía y profesionalidad serían motivos suficientes para repetir en cualquier otra circunstancia. Por supuesto que la comida está a un nivel superlativo y, nos encontramos con un chef que demuestra en una equilibrada carta (con muy buenos precios por cierto), que fusiona un estilo francés (es belga) con aportaciones orientales y sudamericanas, que tiene mucho que decir en la hostelería de la Costa del Sol.
Repetiremos sin duda. De los restaurantes más aconsejables de Fuengirola.