Mi familia y yo hemos disfrutado un buen fin de semana en este hotel. Una gran y cómoda habitación o apartamento, con una terraza y unas vistas inmejorables del paseo marítimo de Fuengirola, su playa y el puerto. Además, buenas y cómodas instalaciones, pese a estar alguna de ellas en obras de restauración. La piscina, situada en u a primera planta, magnífica. El desayuno bufé, muy bueno. La cena, aún siendo corta en cuanto a la diversidad de platos a elegir, de buena calidad. El parking interior, situado en el sótano, con un precio más que razonable. Y sólo 7 euros por la estancia del perrito. Por otra parte, el hotel goza de un estupenda ubicación, a 100 metros de la playa y del puerto, y en un barrio con establecimientos y comercios de todo tipo. Sea para comer, para tomar copas o para comprar.
Los únicos peros: las camas no son de las mejores, y resultan pequeñas y no del todo cómodas; y la "descoordinación" entre la recepcionista y los empleados del comedor pues no se ponen de acuerdo con el horario de las cenas. De 19 a 22 horas para la recepcionista y hasta las 22 ó 21,30 para los otros... En todo caso, vaya por delante que muy atentos y serviciales tanto unos como otros.
De todas formas, en general, muy bien. Un buen hotel. Sin duda alguna repetiremos.