El hotel tiene una estética agradable y, sin duda, es muy bonito, con una decoración cuidada y áreas comunes bien mantenidas. Sin embargo, en cuanto a la relación precio/calidad, deja mucho que desear. Las habitaciones, aunque cómodas, no justifican el coste elevado, especialmente teniendo en cuenta el servicio, que fue bastante irregular. La atención del personal, aunque correcta, carece de la calidez que esperábamos en un hotel de esta categoría.
Otro aspecto que nos decepcionó fue la oferta gastronómica. El desayuno, aunque variado, no destacó en calidad, y en comparación con otros hoteles de la zona, no valía la diferencia de precio. Además, hay muchas mejores opciones en el paseo marítimo, con ubicaciones más convenientes y servicios superiores por un coste similar o incluso menor.
En resumen, el hotel es bonito, pero no compensa lo que cuesta. Si buscas una mejor relación calidad-precio, hay alternativas mucho más atractivas en la misma zona, con vistas al mar y mejor servicio. No creo que volvamos.