El hotel es extraordinario. La ubicación es inmejorable.
En nuestro caso hemos ido con 2 niños de mediana edad y hemos aprovechado para hacer alguna caminata por los senderos marcados.
Poder terminar de caminar y poder entrar al Parador y tomarnos algo caliente, no tiene precio.
El personal es muy atento y la gastronomía está basada en platos típicos aunque para los niños también tienes variedad.
El desayuno es variado y de buena calidad. Además tienes el restaurante con vistas al Teide que son impresionantes.Más
- Wi-Fi gratis
- Restaurante