Un pésimo trato del personal del mostrador de recepción. Una total falta de delicadeza, educación y calidez en el trato a los clientes, que son de quienes vive el hotel.
Un precio exageradamente caro para el mediocre hotel que es.
Después de muchos años de deterioro, se trató de repararlo, pero es evidente que faltaron muchos detalles. Es imposible garantizar un buen servicio integralmente congruente cuando lo único bueno que se tiene es el colchón de la cama!
El baño es muy mediocre. El restaurante caro y malo.
Y el pesimo servicio del personal que atiende a los clientes.
Es evidente que quienes dirigen el hotel no han puesto el debido cuidado para mejorar la calidad del servicio.
La sobrevivencia de este tipo de hoteles ha sido posible porque no ha habido en Ciudad del Carmen más opciones. Pero esto se está acabando.
Hoteles con esta mediocridad de servicio e instalaciones tendrán que mejorar muy significativamente o pronto se extinguiran!