Mi familia y yo nos quedamos en una habitación para cuatro personas con vista a los alrededores del hotel. Todo estaba muy limpio, las camas eran cómodas y la habitación estaba bien equipada -incluía frigobar, cafetera, televisión en varios idiomas y aire acondicionado.
El staff siempre fue muy atento con nosotros, nos ayudaron a reservar en los distintos restaurantes temáticos y siempre nos atendieron con una sonrisa, sobre todo Marcelino quien nos recibió en la entrada. El chef a cargo del restaurant principal también fue muy atento y todos los días me preparó leche de avena ya que no puedo consumir lácteos. Agradecí muchísimo ese gesto, pero se debe tener en mente que no hay muchas opciones para quienes tengan restricciones alimenticias.
Las dependencias de la playa son maravillosas. La piscina no la utilizamos mucho porque viajamos solo adultos y ese parecía ser un espacio mayormente utilizado por niños.
Lo pasamos excelente. Volveremos!