Lo único rescatable de este hotel es la vista y que tiene salida a la playa, de ahí en fuera sólo se ve bonita la fachada de entrada porque los cuartos y el mobiliaro son bastante viejos y en mal estado; la puerta de nuestro cuarto que daba hacia la alberca no cerraba bien y se colaba el aire y muchísimos mosquitos. Eso también es importante mencionar, que no cuentan con mosquiteros y la noche puede convertirse en una pesadilla con ellos.
La cocina tampoco es buena, los alimentos son de baja calidad y aunque está incluido el desayuno buffet, éste siempre tiene lo mismo y mal preparado; la gente de cocina no está capacitado para atención al cliente, había mucha gente dentro de ella pero de todos no se hacía uno, los manteles sucios en las mesas de otros comensales que ya habían terminado y no fueron para cambiarlos.
La verdad es que nos llevabamos una mala experiencia y sobre todo porque la tarifa es bastante alta, como hotel de lujo y nada qué ver.
¡No lo recomiendo!