Lo bueno: la ubicación práctica, la atención del personal, el transporte a 10km a la redonda.
Lo malo: el tiempo de check-in y lo flácido de los colchones.
Lo feo: la calidad de descanso. Me quedé en la planta baja de la “torre ejecutiva” y escuché toda la noche el ruido proveniente de las habitaciones cercanas en el piso 1 como si estuviera en mi habitación (desde las descargas del baño, maletas rodando, pisadas al caminar...). Fatal.