Esta pequeña Guest House se encuentra en la isla de Thulusdhoo, a diferencia del resto de alojamientos, este no se encuentra en la misma playa que todos ellos, aunque está a 2 minutos andando, lo que permite tener más intimidad y menos ruido!
Es un hostal muy bonito, está nuevo ya que lleva abierto algunos meses y le siguen haciendo mejoras. Todo está super limpio y las dos habitaciones que tienen con vistas al mar y con acceso a la playa, son preciosas, se cuida la decoración y los detalles, cosa que es de agradecer.
Los colchones son muy cómodos, las habitaciones espaciosas y con un baño que aunque es algo pequeño tiene todo lo necesario. Te dejan toallas para la playa, zapatillas de andar por casa, cepillo de dientes, y en la casa dispones de una zona con nevera, tostador, café e infusiones por si te apetece tomar algo en algún momento del día.
Los desayunos son maravillosos, frutas, tostadas, galletas, mermeladas, café, zumo... y servido en la playa entre palmeras y hamacas.
El personal es increíble, Giulia, Chikaa y Naim nos hicieron sentir en casa, hacen todo lo que está en sus manos por cubrir todo lo que necesites, nos llevaron a todas la excursiones que necesitamos, nos organizaron los transfers, consiguieron cocos y básicamente todo lo que les pedimos; siempre con uan sonrisa y con una energía increíbles que hacen que disfrutes de tus vacaciones al máximo.
La zona de la playa la han dejado impresionante, con arena blanca, hay varias hamacas y tumbonas para que puedas relajarte. Si bien es importante saber que en esa zona debes estar con un pantalón corto y camiseta (tanto chicas como chicos), segun sales a la orilla ya si puedes estar en bikini tranquilamente.
A 2 minutos a pie tienes tiendas de alimentación, tiendas de souvenirs y un bar-cafe (rsr) que sirve comida local muy buena a muy buen precio aunque también es posible comer y cenar en la casa con gran calidad.
Estamos deseando volver! repetiremos sin duda.