En el pequeño y encantador pueblecito de Burg, un lugar fantástico para perderse entre el silencio y el verdor de las montañas de los Pirineos. Acogedor apartamento donde nos hemos sentido muy cómodos. Muy destacable la amabilísima atención de Domènec, el dueño del apartamento, que nos atendió estupendamente desde el mismo momento de hacer la reserva, resolviendo cualquier duda y continuó durante nuestra estancia, ayudándonos en todo lo que necesitamos. Un 10. Altamente recomendable.
Apartamento muy bien equipado, con todo lo necesario para pasar unos días relajados, rodeados de montañas y con mil y una actividad que te oferta la zona. Hemos estado una semana y hemos vuelto encantados, sofás y camas cómodos, electrodomésticos nuevos, televisiones de plasma en todas las estancias y tranquilidad sobretodo mucha tranquilidad.