La isla es una belleza, el hotel es fantástico. Nos alojamos en un bungalow en la playa (203) estaba en la mejor zona, tranquilidad y acceso a 2 playas y enfrente atardeceres de película,
El bungalow perfecto para 3 personas, cama cómoda, armarios abiertos y lo mejor la ducha al aire libre, una gozada! el gel de baño y la loción de cuerpo olía muy bien, se echa en falta el acondicionador del cabello, con la sal el pelo se enreda mucho. Personal amable y siempre dispuestos a ayudar. La comida del Buffet rica y variada. La excursión para hacer snorkel en el House Reef, muy bien, nos faltó ver tortugas, rayas y delfines, eso era en otra excursión pero eran muy caras. El interior de la isla es una mini selva, murciélagos de la fruta, cangrejos, garzas, etc. Las playas de postal, aguas cristalinas, sin algas, perfectas para hacer snorkel y nadar, hay que tener cuidado con las corrientes en los extremos de la isla, pues te pueden meter para dentro del océano. una gozada nadar con tiburones bebé, rodeada de muchos tipos de peces. Sólo una cosa, el día después de una tormenta, la playa tenía alguna botella de plástico y un bidón de gasolina, que no se tire basura al mar para conservar estas maravillosas islas y las lanchas rápidas huelen mucho a gasolina y hacen mucho ruido, en beneficio del medio ambiente, que las lanchas sean de energía solar en un país con tanto sol sería perfecto. Volveremos.
Unas vacaciones perfectas para desconectar y relajarse en familia.