La casa de Gema fue el lugar perfecto para nuestra estancia de 4 noches en Querétaro. Es un impresionante edificio antiguo, aunque muy renovado, en el centro colonial de la ciudad, a cuatro cuadras de las plazas que están llenas de restaurantes y tiendas. A pesar de su cercanía a todo eso, la calle es muy tranquila. Hasta hubo un rally de motocicletas mientras estábamos en la ciudad pero nunca nos hubiéramos dado cuenta desde nuestra propia habitación. Nuestra habitación estaba en la parte de atrás, al nivel del jardín y muy privada. Era pequeña pero tenía una cama (muy dura, que es lo típico en México), una mesa de noche, un escritorio, una silla, un estante para el equipaje y closet. Impresionante para este rango de precios en México, tenía bastantes enchufes para la electricidad y hasta ¡suficiente luz para leer! Teníamos agua caliente a todas horas en el lavabo y en la regadera del lindo baño. Además todo estaba perfectamente limpio. En nuestra última noche, un sábado, el vecino de al lado tuvo una fiesta muy ruidosa que se alargó hasta la media noche. En todo lo demás, este fue el lugar más tranquilo en el que nos hemos quedado en nuestros 6 viajes a Latino América. Los dueños son muy amables dando sugerencias para moverse, excursiones y paseos, así como restaurantes; ellos nos consiguieron un taxi para nuestra partida a las 6:20 de la mañana; también tuvieron mucha paciencia con nuestro poco español. Muy recomendado.