Hotel chiquito pero bonito, edificio con muchos años de antigüedad, en el corazón de Querétaro, super céntrico, habitaciones pequeñas, solo tiene ventana en el baño, pero limpia, ordenada y se sintió segura, solo nos quedamos una noche, es un poco ruidoso, no solo por la ubicación, si no que al ser un hotel de solo Planta baja y un piso más, se escucha todo, además que las habitaciones precisamente rodean el área donde sirven alimentos y pues si hay alguien desde temprano o muy tarde se puede escuchar, cuenta con televisión con buena variedad de canales, no cuenta con elevador y al menos que te quedes en planta baja, si tienes alguna persona con discapacidad o en mi caso mis abuelos ya muy grandes, resultará un poco incómodo el acceso a tu habitación, pero son escalones pequeños, no incluye desayuno, aunque si existe un área de alimentos a la carta, nosotros no consumimos ahí, pero imagino debe estar bueno, porque había fila para ingresar a los desayunos por la mañana. Personal amable.
Me parece un poco caro para lo que ofrecen, sin embargo, Querétaro en general es caro, así que finalmente está en un precio aceptable.

En resumen... Bueno, bonito, semi barato.