Nos alojamos durante 5 días en el hotel. Al llegar nos sorprendieron las espectaculares vistas desde la recepción. La mezcla de los azules y los verdes de los paisajes, hacen del hotel Tekoma un lugar priviliejado.
Felicitar al personal, por la amabilidad con la que trataron a nuestro bebé y al chef por la buena cocina.
La única cosa negativa, fue un incansable viento todos los dias.

Pequeño hotel recóndito, ubicado en una de las mejores playas de la isla rodrigues, Anse Ally. La vista sobre el océano, el color de las aguas y el arrecife en el horizonte, vista imborrable. La comida del hotel es muy buena y el personal , muy buena gente. Con mi bebe fueron encantadores y nos hicieron sentir como en casa. La playa es muy bonita, aunque pueden sufrir mucho viento si viajan en julio/agosto, invierno en esa época para ellos. También tienen servicio de masajes para completar la estancia.

El hotel Tekoma está enmedio de la nada, en un paraje ventoso (fuimos en agosto, invierno allá) flanqueado por unas playas espectaculares. Se trata de un edificio central y doce cabañas unidas por un camino en lo alto de una colina que lleva al mar. Si buscas tranquilidad y pasear es el lugar.
El personal es amable y atento. Nos pareció que el personal del comedor no estaba muy profesionalizado aunque se esforzaba. Creo que no estaban muy preparados para el cliente occidental. La directora y subdirectora se paseaban cada noche por las mesas a la hora de cenar atendiendo a los clientes e interesándose por sus experiencias diarias. La verdad, es que era un poco excesivo y aunque esperaban a hacerlo entre plato y plato se hacía un poco incómodo. Aún así no hay queja del personal, en absoluto. Se esforzaban por agradar y ser amables.
No usamos el spa, únicamente aceptamos el masaje de pies que obsequian a todos los clientes y fue muy agradable.
Las habitaciones son muy bonitas, amplias y acogedoras. La decoración es muy acertada y podéis haceros la idea perfectamente viendo las fotos, son exáctamente así. Lo único es que el colchón se nos hacía algo duro.
El fallo que le encontramos al hotel fue que no contara con un bar o espacio para tomar algo antes y/o despues de la cena. Quizá fue por la estación del año en la que fuimos (a las 6 era de noche) pero tanto la terraza como la galería eran poco agradables por el viento que hacía, teníamos frío si queríamos hacer una copa y un cigarro allá. La opción era pedir un servicio de habitaciones y tomarlo en la terraza de la cabaña.
TAmbien pondríamos peor nota a la cena. El régimen del hotel es de media pensión y la carta ofrecía dos primeros y dos segundos únicamente, siempre combinando carne y pescado, y algunas noches escogíamos por descarte. También deberían mejorar la carta de precios.
Aun así la estancia se ajustó a lo esperado. Rodrigues es una isla menos explotada que Mauricio, mas rural, algo mas salvaje y el hotel se esfuerza por dar un servicio excepcional...
Yo lo recomiendo y doy las gracias a su personal por el trato recibido.